lunes, 26 de enero de 2009

Qué cosa pasa?

Debería estar durmiendo, lo sé. Mañana la monotonía me espera, como todos estos últimos días, en el paradero. La muy condenada sube incluso al micro conmigo, no paga pasaje pero siempre va cómoda y encuentra lugar. Se baja sin que nadie la empuje, pasa por el portón universitario sin que nadie le exija mostrar carnet y se sienta a mi lado en clase, mortificándome la vida universitaria. Sin embargo, aprovechando que ahora está dormida es que me escapo para escribir algunas líneas. Siempre lo hago pero ahora estoy faltosa y me muestro más osada que nunca al tratar de inaugurar mi blog.

Y bueno, y a todo esto para qué un blog?, me hará famosa?, me alimentará?, qué gano?. Pues, uhmmm (déjenme maquinar), con respecto a la primera pregunta, quién sabe, puede ser, sin embargo, no es mi cometido, carezco de un talento desarrollado en estas lides, no soy Vargas Llosa, una maldita Bukowski o un seudogurú Coelhiano, pero aspiro a superarlos :) Segunda pregunta: No, no me llenaré la panza ni pagaré mis deudas o compraré regalos para el resto, pero sí pecaré de egoísta al ahogar mi tiempo en él y si bien no me alimentará, me ayudará a vomitar toda el sarcasmo que en mí bulle, algunas elegantemente, y otras, al más puro estilo del Exorcista. Y finalmente, la tercera pregunta: sé que no ganaré nada en términos dinerarios o de reconocimiento, pero sé que con esto perderé la vergüenza, sé que empataré con la verdad y sé que entre tanta letra entenderé la verdad del resto y en un muy lejano final, habré quemado todos los escalones, para encontrarme conmigo misma.

En fin, ya basta de tanto floro barato y a lo que voy: A narrar mis anécdotas de la manera más exagerada posible para postearlas. De este modo quizás, no terminen pudriéndose en alguna esquina de mi cerebro o no sigan siendo los secretitos entre amiguitas, que corren como reguero de pólvora para terminar convirtiéndose en rumor y sin que yo haya tenido el privilegio de hacerlo llegar a esa décimo quinta oreja desde mi propia boca.

A partir de hoy vamos a patear la puerta antes de entrar, a silbarle al vecino que está más bueno que el pan, a escaparnos de noche por el cuarto de la empleada y a treparnos al cuarto del chico que nos enloquece, entre otras cosas.

Porque esas cosas pasan y nadie las cuenta así nomás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
En Nuestra Era del Gato. Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino